Tan solo hay que atreverse a dar un salto mortal. Un espectáculo de acrobacias imposibles. Este espectáculo es un canto a gritos a la libertad, una llamada para derrotar la apatía, una necesidad de despertar. Nadie mejor que artistas de circo de Kanbahiota para ello.
Nos dejamos arrastrar en esta rueda sin protestar, sin arriesgar, sin desviarnos de lo previamente establecido, de la cordura, de lo moralmente bien visto... Cada vez más deprisa, cada vez más prisas. Y no lo cuestionamos. No nos da tiempo.
Leer más